La cuestionada norma de directrices para la "medio vigente" relación de puestos de trabajo actual, sentaba, entre otros principios, que el personal administrativo (c1) no podría desempeñar puestos de jefatura de sección, justificándolo en su incapacidad para dirigir y coordinar grupos.
Bueno, dejando aparte que durante décadas algunos C1 desempeñaron esas funciones sin que aparentemente se haya derrumbado nada, nos encontramos con que algunos de esos puestos pasaron a ser adjuntos 22C, con un jefe de sección A1/ A2, 24C por encima. Vale.
Como no podía ser de otra manera esto tuvo un efecto:
Numerosos candidatos C1 se quedaron sin plaza en el concurso de singularizados, mientras que al menos 47 puestos de jefatura de sección para A1/A2 fueron declarados desiertos por falta de candidatos suficientes, como podéis comprobar si miráis las listas.
Osea, nos han hurtado muchas plazas a C1 lo que ha tenido una repercusión en C2, también, por la competencia por los niveles 16; y han dejado 47 puestos probablemente para personal interino.
Pero claro, un personal que no ha aprobado la oposición y su mérito es estar en una lista, o sencillamente estar apuntado como demandante de empleo, sí está preparado para dirigir y coordinar grupos... de hecho, algunos parecen haber nacido para ello.
Es decir:
La Administración dilapida, cada vez que tiene ocasión, el capital de titulación, preparación y experiencia que tienen sus funcionarios de carrera
La Administración desprecia a su personal C1 y C2 demostrando el clasismo de sus dirigentes y también el implícito en la organización que se ha establecido.
La Administración ignora los principios de igualdad, mérito y capacidad y los desprecia
La Administración conculca los derechos de promoción y carrera de aquellos de sus funcionarios que si aprobaron una oposición.
En definitiva: un asco
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